miércoles, 18 de junio de 2014

Evolución I ~ Teorías, Ciencia y Religión

Luego dijo Dios: «Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, serpientes y animales de la tierra según su especie.»
Y fue así. E hizo Dios los animales de la tierra según su especie, ganado según su especie y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra.»
Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.

Génesis 1: 24-27, Biblia Reina Valera

La Gran Teoría

  La Teoría de la Evolución es el mejor ejemplo disponible para poner en evidencia las brechas que existen Ciencia y Religión pero, sobre todo, entre Ciencia y el ciudadano medio. Es tratando la Evolución donde alguien con ciertos conocimientos científicos descubre que la gente de a pie no sabe qué es una teoría. En el lenguaje común, una teoría puede ser: "mañana va a llover". Si mañana llueve, la teoría resultará correcta y pasará a ser un hecho. Si no llueve, se quedará en eso, una teoría. En ciencia, una teoría es un corpus completo de leyes científicas, hipótesis, deducciones, aplicados a un campo concreto de la realidad. Estrictamente, una teoría al completo no puede ser absolutamente incorrecta o absolutamente correcta. Supone un análisis deductivo de la realidad y en ese sentido su importancia radica en su capacidad de realizar predicciones. Todas las grandes teorías que me vienen a la cabeza han arrojado predicciones correctas. Por ejemplo, la existencia de los agujeros negros, la existencia de Plutón, la correspondencia entre los elementos conjeturados y los encontrados, etc.
  Esto es aceptado sin mucho dolor por la gente de a pie para la Teoría de la Gravitación, del Electromagnetismo e incluso de la Relatividad (obviando que son dos teorías de la Relatividad). Pero, entonces, ¿por qué supone tantos problemas aceptar la Teoría de la Evolución?

  Nunca una teoría ha proporcionado un choque tan brutal a la mentalidad de la gente de una época. La
Gravedad es un hecho que apreciamos desde que cobramos consciencia. El Electromagnetismo nos lo empezamos a creer cuando aprendimos a manejar la potencia de los rayos y a manejar radiofrecuencias. La relatividad no tiene tanto impacto real, ¿en qué me afecta a mí la velocidad de la luz o el espacio-tiempo? Pero, en todo caso, me fiaría de alguien cuya ecuación E=mc² ha proporcionado el acceso a la energía nuclear a la humanidad.
  La Teoría de la Evolución, en cambio... no es apreciable a simple vista y sin embargo tiene un impacto colosal en nuestra forma de vernos a nosotros mismos y nuestro papel en la biosfera. Rompe con el legado judeocristiano de la Creación y, sobre todo, plantea que, en el núcleo de todo el proceso que nos lleva desde un caldo de aminoácidos hasta la gloriosa forma humana, reside la aleatoriedad.
  Esto duele a cualquiera que profese la fe en el Destino, en lo ya fijado, en cualquier suerte de voluntad férrea e inmutable. Y esto no es distinto para los que aclaman el Diseño Inteligente que para los del Creacionismo.
  Esta aleatoriedad significa que un cambio mínimo, inapreciable, en cualquiera de estos millones de años de proceso evolutivo, significaría que la humanidad como la conocemos no existiría jamás. Muy probablemente, ni siquiera existirían los homínidos, los primates, los mamíferos, los vertebrados, los cordados... según cuanto nos remontemos.

  Y aquí aparece la brecha entre Ciencia y Religión. Si los religiosos han podido aceptar sin problemas la
Gravedad, las leyes que describen las fuerzas nucleares y el electromagnetismo, la existencia de los quarks y los agujeros negros y las estrellas de neutrones, ¿por qué se niegan a aceptar la Evolución?
  La verdadera brecha se aprecia cuando los religiosos intentan tumbar la Teoría de la Evolución usando argumentos pseudocientíficos de toda índole, que será de lo que tratarán mis dos o tres próximas entradas. Antes de eso, tengo que puntualizar lo siguiente:
  Aunque es cierto que el creacionismo como tal apenas existe en España, el Diseño Inteligente sí que abunda entre los círculos más cercanos al nacionalcatolicismo y derivados. Estos afirman que es cierto que la tierra fue formada hace millones de años (miles de millones), que la vida tiene millones de años, que ha habido un proceso evolutivo que ha desembocado en nosotros, etc... Pero con la salvedad de que este proceso ha terminado en nosotros no por azar, sino por intervención divina, no por aleatoriedad sino por expresa voluntad del creador, por especificación de diseño, es decir, por diseño inteligente.
  Editado (léanse los comentarios): El Diseño Inteligente no abunda en falacias como el Creacionismo, ni contradice, en realidad, lo que la biología y la geología ha podido averiguar e hipotetizar en todo este tiempo. Pero la premisa que la diferencia de la proposición evolutiva, la de una voluntad subyacente a toda mutación, es infalsable. Corresponde a cada uno dilucidar si esto supone una mala formulación científica o no. A efectos del falsacionismo, sí lo es. Véase la tetera de Russell, la Unicornio Rosa Invisible, etc., para entenderlo. Quizá lo más importante del Diseño Inteligente es que (como todo lo importante respecto a todo este debate) se aplique al proceso evolutivo humano. En la medida en que consideren que todos los demás animales sí que han mutado aleatoriamente, el impacto de esta premisa se reduce brutalmente. De todas formas, no trataré el Diseño Inteligente en estas entradas. Su carácter infalsable hace que esté más allá del alcance de la ciencia y lo coloca en la misma categoría que las hadas, Dios, la tetera de Russell, el cáncer provocado por los tomates transgénicos, el alma, etc. (Entiéndase que esto no hace inferior ni superior a ninguno de estos elementos, simplemente es imposible demostrar que existan, tanto como demostrar que no existan).
  [[He borrado el anterior párrafo en un despiste, pero los comentarios pueden dar una idea de mi error]]

2 comentarios:

  1. En eso último del diseño inteligente creo que no viola nada. A ver ya sabes mi opinión al respecto, pero esta gente se remite al viejo truco del argumento imposible de someter a falsación, es decir: Diseño inteligente- "no voy en contra de la teoría de la evolución, pero ese patrón que sigue y que Darwin descubrió ha debido ser ideado por algún ente pensante. Dios todopoderoso guió los pasos del cambio, etc, etc... bla, bla y toda esa mierda". Es un argumento que no puede ser sometido a comprobación y es discutir sobre un origen más primario del orden universal. Las cosas actúan como actúan y reaccionan como reaccionan siguiendo unas leyes que la ciencia se encarga de descifrar y en base a estos patrones se pueden predecir eventos futuros o deducir eventos pasados, pero ¿Por qué concrétamente actúan de esa manera y no de otra?¿por qué las constantes valen lo que valen y no otro número? Eso es algo para lo que la ciencia no tiene respuestas (todavía) y esa es la baza que aprovechan los divulgadores del miedo a lo desconocido... es exactamente lo mismo que cuando se adoraba a los elementos, al sol...pero más sofisticado. Así que poniéndome puntilloso (y por el placer de tocarte los cojoncillos un poco) he de decir que La hipótesis del diseño inteligente no va contra ninguna realidad científica. La ciencia (manque te pese) no tiene suficientes argumentos para negar la existencia de un dios, al igual que la iglesia no puede afirmarla (aunque lo hagan de todos modos). De todos modos no es cometido de la ciencia obligar al mundo a librarse de la ignorancia si no ofrecerle la posibilidad. Así que amigo Rafa, me temo que hasta que toda la realidad del universo sea finalmente descifrada... no se va a poder llegar a una conclusión certera, y aun así yo seguiría teniendo dudas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amo este tipo de comentarios. Tengo que admitir que me llegan y me hacen plantearme cosas, cada uno de ellos. Y sí, la verdad, son todos tuyos.
      Respecto al Diseño Inteligente, he estado un rato planteándome si hablar sobre él o no en estas entradas y aún no lo tengo claro del todo. Es cierto que tengo que revisar la forma en que hablo del Diseño Inteligente en particular, porque está blindado por esa falacia. Lo que quería expresar es la idea de que el Destino no es una parte de ningún campo científico (que yo sepa). Llámese destino, voluntad divina o como se quiera, el caso es que no es falsable. Si yo digo que la gravedad es veraz pero que en el fondo los objetos caen a la Tierra porque se ven atraídos por la tetera invisible que hay en el núcleo, ya hace un rato que me he salido de los límites de la ciencia, aunque no se sepa a día de hoy la razón última por la que exista la gravedad. Espero poder explicarme bien. De todas formas es muy correcta tu aportación y la anotaré en las entradas adecuadamente.

      Respecto al método científico, no conozco bien toda su filosofía, lo que más domino es el falsacionismo y por eso he reconocido que si el diseño inteligente propone una hipótesis infalsable como única diferencia entre su modelo y el de la evolución moderna, es que es directamente pseudocientífico. Es una forma legal de decir que atenta contra la realidad científica, aparte de que bien pensado esa ha sido una frase desacertada xD

      Eliminar

Adelante, escribe tu comentario repleto de referencias a estudios y hechos, ausente de falacias y errores lógicos!